Menus

InicioMapasEstadisticasHistoriaProyectos - Vídeos - Libros - Perfil - Contacto

viernes, 15 de febrero de 2013

FERROCARRILES Y CAMIONES: DE LA ARGENTINA PRIMARIZADA A LA ARGENTINA INDUSTRIAL.

Escrito por Yael Vela | Director Programa de Radio Integración Nacional   


Luego del accidente de Once que puso en el centro del debate al sistema de transportes en nuestro país, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner anunció la compra a la empresa estatal china CSR, 409 nuevos coches eléctricos para sustituir los trenes de las líneas Sarmiento y Mitre en su totalidad. Ello acompañado de un programa de mejora de la infraestructura ferroviaria, lo que implicará una inversión de 4.900 millones de pesos.


Foto: Arte y fotografía

Los trenes suponen “la renovación ferroviaria más importante de los últimos 60 años y permitirá reemplazar todos los vagones de las líneas Mitre y Sarmiento que tienen una antigüedad de 50 años”, como indicó CFK en el anuncio.

Al mismo tiempo, la presidenta aseguró que los nuevos trenes “serán reparados en nuestros talleres que ya ocupan a más de 1.200 trabajadores que arreglan los coches de otras líneas de pasajeros”.

Las vías férreas de la soberanía
Hacia fines del siglo XIX, el trazado férreo, que si bien fue en abanico hacia el puerto, fue todo un símbolo de modernidad, más si consideramos el arribo del presidente Julio Argentino Roca a nuestra provincia en ferrocarril.

Para la misma época se creaba el ferrocarril General Manuel Belgrano (Belgrano Cargas), y se ponían en funcionamiento espectaculares talleres como los de Tafí Viejo, que albergaba a miles de trabajadores y producía las maquinarias para abastecer al trazado férreo y que hoy es una cuenta pendiente de este gobierno.

Pasada la infamia de los años 30 cuando la rosca oligárquica entregó nuestros recursos y renta a Gran Bretaña, utilizando a los FFCC como su transporte, el General Perón renacionalizó en 1947 los ferrocarriles y toda la infraestructura que lo rodeaba, como así también las tierras que antes habíamos “cedido”.

De esa manera, los ferrocarriles acompañaban el proceso industrial del peronismo, por lo que luego siguió la misma suerte que la Argentina de la que formaba parte: el derrocamiento.

Con la Dictadura cívico militar de 1976, se cerraron casi 600 estaciones, 5.500 km de vías y se redujo considerablemente la planta de trabajadores, acorde al proceso de desindustrialización del país.

Con el alfonsinismo la situación siguió empeorando, y en los 90, Menem lo hizo y el desmantelamiento alcanzó el 90% de los ramales con la correspondiente desaparición de ciudades enteras (Ver audiovisual Monte Comán: un pueblo que se resiste a desaparecer).

Camiones de Moyano
Con la dictadura cívico militar, se impuso el sistema rentístico financiero con la reprimarización de nuestra matriz productiva, lo que implicó la desaparición del sistema ferroviario, para dar paso al “transporte en cucharitas” de los camiones.

Estos últimos y los colectivos inundaron los caminos en la Argentina. Los costos de los fletes se incrementaron desproporcionadamente. Comprobado está que los camiones encarecen el transporte entre un 125 y un 175 % más que los ferrocarriles.

De transportar más del 50% de la producción por el Ferrocarril, pasamos a apenas el 15% en la actualidad.

Pero las consecuencias del sistema rentístico financiero también alcanzaron, como era lógico, al sindicalismo argentino. Así, de las revolucionarias reivindicaciones de La Falda y Huerta Grande, lideradas por la UOM, UOCRA y la Unión de Ferroviarios, pasamos al protagonismo de los sindicatos ligados a los servicios: gastronómicos, telecomunicaciones, camioneros; con la correspondiente complicidad en la desindustrialización argentina.

Belgrano, Sarmiento y Mitre
Entre las proyecciones del gobierno se encuentra en la recuperación del Belgrano Cargas, que supo unir 14 provincias y conectarnos con Chile y Bolivia. Acompañando el proceso de desmantelamiento, pasó de transportar casi todas las mercaderías del mercado interno a sólo el 5% y con un 35% aproximadamente de inoperatividad de vías (Ver nota: El Ferrocarril Belgrano, los camiones y el crecimiento económico).

Por otro lado, nos encontramos con la renovación de toda la flota de vagones de las líneas Sarmiento y Mitre, que implica una gran inversión por parte del Ejecutivo, entendiendo al transporte de cargas y pasajeros como un servicio.

Ambas proyecciones se vinculan a las empresas de capital chino, que ese encargarán del abastecimiento necesario.

Algunas conclusiones
El proceso de industrialización, aunque incipiente, que plantea el kirchnerismo desde el 2003, es necesario acompañarlo de un trazado férreo, que estratégicamente nos vincule al resto de los países de la región. Es imposible pensar en una equitativa redistribución de la riqueza y de los bienes y servicios, sin un sistema de transportes barato, seguro que lo garantice.

Por otro lado, se torna de vital importancia la intervención del Estado en sectores claves de la economía, pero se plantea un interrogante, ¿Por qué no producir vagones y locomotoras en nuestro país?

Responder a este interrogante con la creación de talleres producto de la reconversión de la renta minera, nos permitirá encontrarnos con la soberanía económica necesaria para continuar profundizando el modelo que encuentra su oportunidad en este 2013.

No hay comentarios:

Publicar un comentario