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jueves, 6 de junio de 2013

Mapa de 1899

Entre 1880 y 1916, un período de rápido crecimiento económico y consolidación nacional, hubo un intenso desarrollo ferroviario en la Argentina. Los ferrocarriles hicieron posible la aparición de la Argentina como importante exportador de trigo, carne de res y otros productos. Los ferrocarriles más importantes pertenecían a empresas británicas, las que los construían y a las cuales el gobierno argentino les daba la concesión por su experiencia técnica y su capacidad para recaudar grandes sumas de dinero en el mercado de Londres para financiar la construcción. Este mapa de 1899, publicado por la Compañía Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, de Londres, muestra las principales líneas ferroviarias del país. El mapa del recuadro en la parte superior izquierda muestra la densa red en la ciudad capital y principal puerto, Buenos Aires, y sus alrededores. La mayoría de las líneas de propiedad británica adoptaron la trocha ancha, con un estándar de 5 pies y 6 pulgadas (1,68 metros), más ancha que la trocha utilizada en la mayoría de otras partes del mundo, incluso en Europa y en América del Norte. Otras líneas utilizaban la trocha angosta, de 3 pies y 3,27 pulgadas (1 metro de ancho) o, como se indica en la nota del mapa correspondiente a las provincias de Entre Ríos y Corrientes, la trocha estándar de 4 pies y 8,5 pulgadas (1,44 metros).


El tren de carga no para de ceder protagonismo.

Según datos de Ferrocámara durante 2012, las distintas líneas del ferrocarril de cargas transportaron en nuestro país un volumen de 22.032.874 toneladas, un 9% por debajo de lo transportado durante el año anterior en que se habían transportado 24.194.320 toneladas.
En la Argentina se movilizan a través de los distintos medios de transporte aproximadamente 400 millones de toneladas. De esa cifra, alrededor de 300 millones viaja por camión, mientras que unas 22 millones lo hacen por tren, y el resto por otros medios (ductos). Es decir que los ferrocarriles estarían transportando no mucho más del 6% del transporte total.
El tren está muy lejos de la cifra de 54 millones de toneladas de carga transportada en 1927. Eran tiempos de la segunda presidencia de Hipólito Yrigoyen y allí la participación del ferrocarril superaba el 75% del volumen movilizado en el país.
Los primeros ferrocarriles que se instalaron en Argentina eran de capital privado y comenzaron a operar a fines de la década de 1850. No obstante, las principales inversiones las que se realizaron entre los años 1880 (cuando la extensión de las vías llegaba a 2.516 kilómetros) hasta fines de la década del ’20 (cuando llegaba a 37.551 kilómetros). Durante ese período, a pesar de la crisis de 1890 y los años de la primera guerra mundial, la extensión de vías se incrementó en 35.035 kilómetros.
Hoy el kilómetro de vías cuesta u$s 1 millón, lo que implica una inversión a valor actual de más de u$s 35.000 millones. Una cifra extraordinaria para un país con una pequeña población y niveles de ingreso medio-bajo.
Luego vendría la estatización de 1948 y la posterior privatización de la década del 90, bajo el lema “ramal que para, ramal que cierra”. Durante todo ese período, el ferrocarril de carga vivió una tendencia de deterioro que lo coloca en la situación actual.
Según datos de Ferrocámara, la extensión de la red de ferrocarriles de carga concesionados ascendía a 28.755 kilómetros. De este total, a la red troncal le correspondían 12.846 km y al resto 15.909 km. Por ferrocarril, el Ferroexpreso Pampeano (FEPSA) posee 5.119 kilómetros; Nuevo Central Argentino (NCA), 4.750 kilómetros; Ferrosur Roca, 3.145 kilómetros; América latina Logística (ALL) Central, 5.690 kilómetros; América latina Logística (ALL) Mesopotámico, 2.704 kilómetros; y el Belgrano Cargas 7.347 kilómetros. La última cifra es sin embargo mentirosa. Gran parte de la red del Belgrano Cargas, no está en uso, de ahí que una cifra de 25.000 kilómetros, quizá se ajuste más a la realidad.
Una estadística interesante que hay que tener en cuenta es la de las toneladas kilómetros transportadas.
En 1937 se llegó a 12.452 millones de tn/ km, con un máximo en 1951 de 16.479 millones de tn/km. Desde allí comenzó a disminuir y en 1992 se transportaban 4.388 millones de tn/km. Después de la concesión al sector privado a principios de los ‘90, comenzó a aumentar y se ha llegado a 12.198 millones de tn/km el año pasado, según información de Ferrocámara.
Otro dato marca el derrotero de la historia. Antes del traspaso al sector público de los ferrocarriles, es decir en 1948, el número de empleados de las distintas líneas ferroviarias llegaba a 135.000. Once años más tarde había crecido a 210.000, es decir que se utilizó la empresa para el ingreso de personal al sector público. A partir de esos años, el personal ferroviario fue disminuyendo paulatinamente y en 1991 el número llegaba a 53.331 agentes. Posteriormente, y con la concesión al sector privado, se redujo a 10.262 agentes en 1993 y a 5.603 agentes en el 2003. Esta cifra incluye el personal del ferrocarril Belgrano Cargas y es la última publicada.